Este título que usa VICENTE ROMERO, un magnífico reportero de TVE, es tan triste como real.
Lo escuché en el reportaje emitido este sábado en INFORME SEMANAL. Se ve al reportero entre las ruinas de la ciudad de Mogadicio, hospitales sumidos en la miseria y campamentos de refugiados, hacinados en miles de pequeñas tiendas de campaña... todos esperando la ayuda internacional para escaparse del hambre y la muerte.
En una entrevista al alcalde de esa ciudad, este culpa a las propias instituciones internacionales de provocar la guerra que los está matando. Los mata con armas de fuego, con la hambruna, sus enfermedades asociadas y además trastornos mentales a causa de las tragedias que han padecido. Se ve un manicomio con un médico solo y desesperado, que es ...otra postal desde el infierno.
No sé porqué desde que el ser humano -animal gregario- vive en colectividad, acepta o transige que el líder, el hechicero de la tribu, el profeta o el director espiritual de su congregación, le cuente que tras la muerte puede haber un infierno... cuando el infierno, los infiernos, los conocen en primera persona -antes de morirse- un altísimo porcentaje de los seres humanos que habitaron y habitan este planeta.
Cuando oigas a un consejero espiritual hablar sobre el infierno, acuérdate de tantos pueblos de Afríca, de Sudamérica, de Asia, ect., que viven en el infierno y apenas despiertan menos compasión que una manada de ñus, de hipopótamos o de cebras diezmada por una sequía o por el ántrax.
