Marcelino Camacho, hasta siempre.

Hoy falleció un hombre ejemplar en la lucha de la clase obrera, un líder sindical único. Representa la nobleza del sindicalismo español y constituye el tramo más digno de la historia de los sindicatos. De cuando estos eran asociaciones de trabajadores luchando contra la precariedad laboral bajo la bandera de "la unión hace la fuerza", antes de convertirse en agentes sociales y organizaciones muy gubernamentales, demasiado mestizadas con el Gobierno.

Muy apreciado por los ferroviarios, que era mutuo, ...así nos lo dijo en una visita al taller hace muchos años...

Esta mañana en Radio Nacional, Juan Ramón Lucas puso una vieja canción de Víctor Manuel dedicada a Marcelino Camacho que me pareció pura emoción...

...hay que apretar el puño  y caminar

hay que juntar la fuerza y caminar...

Estamos en crisis económica mundial, que no es mala del todo, quizas sirva para que el primer mundo se tome en serio los objetivos del milenio y pueda entonces aceptar que hay que erradicar la miseria del tercer mundo.
Con la crisis la precariedad laboral repunta, la lucha obrera  hace tiempo que se ha devaludado, el poder encontró mecanismos para que, dentro de la democracia, el pato lo sigan pagando los de siempre. Necesitamos más que nunca personas como Marcelino.

La historia se repite, los trabajadores al cajón, y como en el dicho, "la banca siempre gana". Es la historia de aquella mujer que en un mítin, abordó al político que se daba el baño de multitudes: "cuando las acciones suben, los ricos que las poseen aumentan su riqueza, pero cuando bajan y hay pérdidas nos dicen a todos que nos apretemos el cinturón."
Una frase parecida dijo hace poco un notable naturalista, el maestro Joaquín Araujo en la radio (En días como hoy, de Radio 1 - RNE):
"Vivimos en una sociedad que privatiza el lucro y socializa la desgracia."
 

Para terminar, de Marcelino nos quedará siempre sus palabras, testimonios como este:

“El pan y la libertad no se regalan, se conquistan combinando presión y negociación”

Hasta siempre Marcelino.